La batalla de los navegadores

A partir del lunes los más de cien millones de usuarios europeos que tienen instalado el sistema operativo Windows en sus ordenadores y, por defecto, el Internet Explorer como navegador, tendrán la posibilidad de decidir si lo mantienen o eligen un competidor.

En respuesta a las exigencias de las autoridades anticompetencia europeas, Microsoft se ha visto obligada a conceder a los usuarios de Windows la posibilidad de elegir su navegador. La medida facilitará la competencia entre el navegador Chrome de Google, Firefox de Mozilla, Safari de Apple y Opera.

Ante esta amplia oferta, ¿qué navegador elegir? El mes pasado se lanzaron nuevas versiones de Chrome y Firefox, una señal de que sus propietarios intentan ahora ampliar cuota de mercado.

A pesar de la reciente polémica sobre la política de privacidad de Google, que eclipsó el lanzamiento de su nueva red social Buzz, su navegador ha seguido ganando cuota de mercado. El mes pasado, sin ir más lejos, la última versión, Chrome 4.0, consiguió adelantar posiciones frente a Safari y Opera, convirtiéndose en el tercer navegador. No obstante, con una cuota de mercado del 5,2%, Google se sitúa todavía a mucha distancia del Internet Explorer y de Firefox. Aunque el Internet Explorer sigue en primera posición, ha ido perdiendo cuota de mercado. En el caso de Firefox, ésta parece haberse estancado en un 24%.

A diferencia de sus competidores, el navegador de Microsoft no ha adoptado las últimas tecnologías: Firefox, Chrome, Safari y la última versión de Opera soportan video en HTML5. Firefox siempre ha sido más rápido que casi todos sus competidores, aunque Safari lo haya superado en ocasiones. La primera versión de Chrome, lanzada hace menos de año y medio, fue incluso más rápida y permitía las búsquedas desde su barra de direcciones, aunque a veces tenía problemas a la hora de cargar las páginas.

No obstante, los ingenieros de Google han hecho un gran esfuerzo para que Chrome 4.0 reúna lo mejor de las características de las versiones anteriores, mejorarando sus puntos débiles. En diseño y rendimiento, Chrome 4.0 es difícil de superar. Al igual que Safari, se basa en una tecnología de código abierto conocida como Webkit. También parece más estable que sus versiones anteriores y no he tenido problemas en la descargas de páginas.

Lo mejor de todo es que Google ha introducido sus propios complementos para el navegador, denominados “extensiones”, que, al igual que en el caso de su rival Firefox, permiten a los usuarios añadir características adicionales. Mis preferidos son la sincronización de favoritos y una extensión que añade un icono de Gmail a la barra de direcciones y que me permite acceder a la bandeja de entrada de mi correo de Gmail con un sólo click.

Pero Chrome 4.0 no es perfecto. Por ejemplo, varios complementos como el excelente gestor de claves de Roboform e iCyte, que uso para organizar los proyectos de investigación en Internet, funcionan tanto con Internet Explorer como con Firefox, pero aún no están disponibles para Chrome. También carece de algunas de las características que incorporan sus rivales, como los avanzados elementos de seguridad de Firefox –que incluyen la detección de software dañino, herramientas anti-phishing y un bloqueador de ventanas emergentes–.

Al igual que sus principales rivales, Chrome 4.0 soporta la utilización de lengüetas –lo que implica que los usuarios pueden tener abiertas varias páginas al mismo tiempo y saltar fácilmente de una a otra. Pero esto puede consumir con rapidez los recursos del ordenador y hacer que funcione a paso de tortuga. Afortunadamente, Chrome 4.0 ofrece una solución a este problema mejor que Internet Explorer o Firefox, aunque sigue consumiendo muchos recursos.En conjunto, Chrome 4.0 es un nuevo navegador rápido e interesante que probablemente atraiga especialmente a los usuarios más experimentados.

Aunque Google se ha comprometido a mejorarlo aún más, espero que sus desarrolladores no lo sobrecarguen con características que ralenticen su rendimiento. Si, en cambio, lo que se busca es un navegador que ofrezca lo último en opciones para personalizarlo, Firefox 3.6 y sus miles de complementos probablemente sean la mejor opción; además, es mucho más rápido que la anterior versión.

La mayoría de las páginas de Internet todavía se desarrollan y optimizan para Internet Explorer, por lo que si lo que se quiere es la máxima compatibilidad, Internet Explorer 8.0 probablemente sea la mejor opción. Pero la cuota de más del 62% del mercado de navegadores de Internet Explorer también lo convierte en objetivo prioritario de los creadores de software dañino, así que los usuarios deberán estar atentos.

El Safari de Apple es un buen navegador para los usuarios de Mackintosh, pero la versión para Windows nunca llegó a arraigar y, personalmente, prefiero usar Firefox en mis equipos Apple. Las últimas versiones de Chrome y Opera también están disponibles para los usuarios de Mackintosh. De igual modo, aunque Opera ha conseguido atraer a un grupo de seguidores fieles, especialmente en Europa y entre los usuarios de smartphones, no ha logrado grandes progresos frente a los otros líderes del mercado pese a las interesantes innovaciones que ha desarrollado para su última versión, Opera 10.10.

En cualquier caso, sospecho que la mayoría de los usuarios están interesados en la experiencia global. La elección de un navegador depende de los gustos personales y, ya que no cuesta nada descargar cualquiera de ellos, la mejor forma de decantarse por uno probablemente sea probarlos todos.

Fuente: expansion.com

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