Google se enfrenta a Microsoft

En 1997, mientras Microsoft trabajaba en el desarrollo de su sistema operativo Windows 98, dos veinteañeros creaban un buscador al que bautizaron como Google.

Quién le iba a decir entonces a Bill Gates que ahí estaba el germen del que, doce años más tarde, se convertiría en uno de sus principales competidores y que, incluso, se atrevería a atacar su imperio Windows con un producto propio, Google Chrome OS, que estará el próximo año en el corazón de los netbooks de varios fabricantes, entre ellos, líderes como HP y Acer.

Google es ahora un gigante que factura 21.795 millones de dólares (15.600 millones de euros) con 4.226 millones de dólares de beneficios gracias a la venta de publicidad en buscadores. Si el 90% del tráfico en un sitio web procede de las búsquedas y Google tiene el 80% de cuota mundial, es normal que muchas empresas paguen por poner ahí enlaces patrocinados. Pero, aunque el líder en Internet lleva años extendiendo sus tentáculos, no diversifica su fuente de ingresos. El 97% de su facturación en 2008 provino de la venta de publicidad. En 2006, era el 99%.
Hasta hoy, toda la estrategia de Google está centrada en conseguir más y más audiencia para su buscador y sus aplicaciones online: más usuarios utilizando más tiempo sus herramientas gratuitas se traducirá en mayores ingresos publicitarios. Y, cuando estas herramientas sean suficientemente conocidas y probadas por millones de usuarios, Google  ya lo está haciendo con el buscador y algunas aplicaciones  empieza a venderlas a las empresas.

Lo que Google defiende es un futuro en el que los usuarios no necesitarán instalar aplicaciones en su ordenador para realizar tareas como escribir un documento o elaborar una hoja de cálculo. Basta con un navegador y una buena conexión a Internet: allí, en la nube, un internauta puede abrir en el PC de la oficina un procesador de textos que reside en Internet, mandar un enlace a un colega para colaborar juntos en el documento, y terminar el trabajo desde el portátil de casa.

Y, si para hacer todo esto más fácil es necesario crear un sistema operativo más ligero, que no obligue al usuario a esperar minutos hasta que arranque el equipo (como ocurre con Windows), Google se pone manos a la obra y anuncia un sistema gratuito, Google Chrome OS. “No compres Windows ni Office porque no te hace falta. Mira el uso real que haces de todas las funcionalidades de Word o Excel. Es suficiente con una aplicación en Internet”, le está diciendo Google al usuario.

Este modelo de negocio choca con el ADN de Microsoft, la mayor compañía del mundo en software, con una facturación en el ejercicio fiscal cerrado en junio de 2008 de 60.420 millones de dólares. El 60% de sus ingresos proviene de Windows y Office.

La visión de Google es muy atractiva, pero puede tardar en calar y cuenta con detractores. Para muchos, es un paso atrás: en la nube no está todo lo que se puede instalar en un PC, las aplicaciones tienen menos prestaciones, la conexión a Internet puede fallar, ¿qué pasa con la seguridad de los datos?.

Éstos son algunos de los argumentos de quienes no ven claro la visión que defiende Google. Son quienes piensan que Google Chrome OS será simplemente un sistema operativo “de nicho” para un público muy concreto: los usuarios de miniportátiles –aproximadamente suponen el 20% de las ventas de portátiles– que quieren un equipo que se conecte fácilmente a Internet para hacer tareas sencillas a través de un navegador. Pero que no podrá sustituir a Windows en los PC. Así que no será una amenaza seria para Microsoft.

Mientras, el gigante del software no se ha quedado de brazos cruzados. Ha reconocido que llegó tarde a Internet (uno de sus productos estrella en la red es el navegador Internet Explorer), pero sabe que tiene que plantarle cara a Google. Intentó comprar Yahoo! para hacerse fuerte en búsquedas y, tras fracasar, ofrece un motor renovado, Bing, que crece a buen ritmo.

También ha empezado a poner cosas en la nube, aunque va muy por detrás de Google. Según desvela la web Techcrunch, posiblemente, anuncie hoy que Office estará online. Y también se sabe que trabaja en un navegador que asumirá funciones de sistema operativo (Gazelle), en la línea de lo que propugna Google .

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